De
la redacción
Nadie
puede en sus cinco sentidos, negar la existencia del PRD y aportación que se ha
hecho desde nuestro partido para democratizar a México. El PRD sigue
construyendo nación para los mexicanos. Si miramos con cuidado, podemos
detectar la aparición de una franja social que antes no existía: la gente que
hoy tiene experiencia y que ha echado fuera del idioma político la palabra
“claudicar”.
Son
hombres y mujeres que trabajan desde hace mucho tiempo y que desde su
trinchera, han logrado cambiar el significado tétrico de quienes se niegan a
dejar el poder, incluso de aquellos que replican los vicios de un sistema
corrupto. Son quienes le han dado sentido e identidad a una militancia de izquierda
por naturaleza siempre en busca de una vida razonablemente satisfactoria.
Son
hombres y mujeres que crecen desde dentro, que redoblan el esfuerzo en el
trabajo, procurando lo necesario para la crianza de hijos, solventar carencias
con desvelos, determinación y lealtad a los principios de una vida digna, donde
tanto hombres como mujeres tienen un papel rutilante.
Estamos
hablando de varias décadas de experiencia de buen gobierno que la sociedad aún
demanda. Su camino no ha sido fácil y todavía lo van diseñando cotidianamente.
Pero algunas cosas ya pueden darse por sabidas, por ejemplo que no son personas detenidas en el tiempo; sus ideas y vivencias se perfilan en una sociedad sana, fuerte, resistente y que no dejará nunca de exponer sus ideales.
Pero algunas cosas ya pueden darse por sabidas, por ejemplo que no son personas detenidas en el tiempo; sus ideas y vivencias se perfilan en una sociedad sana, fuerte, resistente y que no dejará nunca de exponer sus ideales.
Ese es el perfil del PRD a nivel nacional, que a
pesar de los eventos fortuitos y mal intencionados para intentar hacer
desaparecer a quien le dio voz al clamor del oprimido, hoy sigue demostrando
que la democracia como principio, siempre le dará fuerza a la militancia.
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