Por
Rocío Alejandra Ayala Pimentel
Temporada
de zopilotes es el título de la historia narrativa sobre la Decena Trágica que
escudriñó el escritor Paco Ignacio Taibo II, con décima sexta reimpresión, es
un libro que fue presentado al menos a un millar de estudiantes chapingueros,
párvulos recién llegados de todos lados de la República Mexicana, jóvenes
llenos de curiosidad, rodeados de contradicciones sociales, ávidos de conocer a
detalle el legado de una sociedad decadente que muchas veces transforma sus
sueños en frustraciones heredadas, todo ello gracias a una política equívoca de
la que fueron testigos sus antecesores. Por su parte, el autor tiene a su favor
el redescubrir ambientes, lugares reconocidos por todos los que han visitado
alguna vez la capital, tensiones que se sentían en el aire, y todo ello con
mucho estilo. Adjunta citas de escritos posteriores al hecho, que registraron
los protagonistas y las contrapone.
Aunque
su objetivo es recrear aquéllos días, más que analizar la situación política,
la obra va dirigida a un público no especializado y esto lo hace ameno en la
lectura. Sin embargo, logra una profundidad que otros historiadores
tradicionales no logran. Consigue abrir la necesidad de cuestionarse terrenos
humanos como son la traición, el engaño, el uso del poder, el hecho de que
decisiones tan importantes para un país estuviera en manos de tan pocas
personas y no las más adecuadas, la falta de seriedad en ver las consecuencias
de las acciones, la falta de información del ciudadano común (que más decir la
situación de desconocimiento en el campo) sobre su futuro, el poder
sorprenderse, horrorizarse ante situaciones de violencia del pasado y que vemos
lamentablemente en la actualidad.
Para
Taibo II, una revolución es también la oportunidad para que proliferen
oportunistas, demagogos y populistas –es decir "zopilotes"–, que
haciéndose pasar por amigos de los pobres en rebelión; prometieron vida digna
para ellos. Para entender correctamente el curso de la Revolución Mexicana,
señala el autor, es indispensable tener en cuenta las dos principales opciones
políticas que se presentaron para dar rumbo al descontento social que ya
alcanzaba su máxima expresión. A entender, el demócrata burgués Francisco I.
Madero con su postulado reformista de "Sufragio Efectivo, No
Reelección" y antagónicamente el grupo revolucionario de la Junta
Organizadora del PLM con "Tierra y Libertad", liderado por Ricardo
Flores Magón.
Una
vez derrotada la dictadura y Madero consagrándose como el nuevo jefe del poder
político del Estado, surge la contradicción entre las premisas
democrático-burguesas y las aspiraciones del pueblo que ansiaba participar, ya
que en términos generales, la mayoría de la población no estaba al tanto de los
avatares políticos, aunque de alguna manera éstos los afectaran directamente.
La libre manifestación, la libre expresión, la designación de los funcionarios
estatales por medio del voto, entre otros; no existían más que en el papel. A
través de estos procedimientos viciados era difícil que las decisiones
beneficiaran al menos económicamente a la población más necesitada.
Al
final de la presentación, los oyentes quedaron más que satisfechos con la
regalía de 200 libros por el sistema de rifa. Los afortunados no dudaron en
pedir el autógrafo para su libro y tomarse la foto del recuerdo.
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