Todavía no llega el 2018 y suenan
ya los cascabeles. Más de uno ya se apunta un diez en el ámbito político local
y federal. Unos van armados hasta los dientes, sin desperdiciar tiempo ni
esfuerzo; el hambre, la pereza y la apatía, son tierra fértil para los rufianes
de siempre. Ya se vislumbra el arcoíris de alianzas y estrategias políticas.
Así es, estamos hablando de los actores políticos, desde los candidatos hasta
los operadores de los partidos. Las municiones que están destinadas a lacerar
la pobreza del pueblo no han cambiado desde hace sexenios; miles y miles de
despensas, botes para leche que no es leche, tinacos para agua donde no hay
agua, tarjetas sin fondos, labia de Cicerón y por ende, el florilegio de
promesas que nunca se cumplirán a cabalidad. Abajo, en el bajo mundo de los
votantes, también se cocinan sueños guajiros. Líderes de pacotilla afilan el
colmillo para ofrecer la dignidad de sus allegados al mejor postor, otra vez.
Si de citar ejemplos de tratase el presente, ocuparía todos los espacios de
este medio, así que nada más hablaré de uno, por el significado que tiene
dentro de la lucha social, por lo abundante de sus agremiados y lo cuantioso
que resulta, el recuento de los daños; el caso del SME.
Una de las agrupaciones
sindicales más prolijas de México. Y es que ahora hablar del SME obliga a
señalar aquello que en tierra de valientes nunca hubiese germinado, sin embargo
sucedió, mal y de malas. Los diezmados esmeitas ya no ondean banderas de
prístina gloria, porque los triunfos de hoy,
están cobrando una factura muy cara, su nombre: la punitiva reforma
energética.
Sin los acuerdos de éstos con el
gobierno federal, no hubiese habido salida para dicha reforma. Pero, ¿cómo
sucedió? Así es, con mentiras completas y verdades a medias, con la falta de
interés de la mayor parte del gremio, con los vivales que fingen ser líderes
comprometidos. Cierto es que están velando, pero sus intereses y cuando la
incertidumbre pesa y obliga a levantar la mano, alzar la voz, el resultado es
un linchamiento mediático y en primera persona. El circo es de primera, los hoy
cooperativistas, tienen un plantón al que asisten pocos a las guardias, movidos
más por conveniencia que por convicción, porque no debemos olvidar que la lucha
sindical ha sido desde siempre, el referente para el desarrollo
político-económico de nuestro país y hoy día, es muy lamentable que exita
"La otra historia" la que no habla de la gloriosa trayectoria del
SME, sino la que señala el lado oscuro de un líder y su camarilla. Lo antes
señalado, es el contexto en el que se desenvuelve 'La otra historia', la
experiencia de un esmeita que ha probado en carne propia el linchamiento al
interior del SME por el hecho de alzar la voz, en la justa necesidad de querer
resolver sus dudas. Sea pues, hasta aquí
dejo la reseña del libro LA OTRA HISTORIA, los datos duros se los dejo a su
autor Mario Benítez.
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