El
diputado Juan Jesús Briones solicitó al Jefe Delegacional en Azcapotzalco,
Pablo Moctezuma, presentar el Atlas de Riesgo Delegacional, a fin de detener el
“boom” inmobiliario que representa cuantiosas ganancias para las empresas
constructoras, pero afecta la calidad de vida de miles de habitantes de esta
demarcación.
Briones
Monzón presentó un punto de acuerdo, aprobado por la Diputación Permanente, en
el que se pide que este Atlas sea presentado a la brevedad, debido a la
urgencia que significa identificar las zonas de riesgo y orientar el Plan de
Desarrollo Urbano Delegacional en beneficio de los ciudadanos. Recordó que el
Atlas de Riesgo fue propuesto por el propio Jefe Delegacional al detectar la
alarmante situación que generaron las edificaciones. Por ello, confió en que
sea entregado a la Asamblea Legislativa a la brevedad, lo que permitirá
coadyuvar en políticas públicas que atiendan esta problemática.
El
diputado de morena denunció la alarmante situación que se registra en
Azcapotzalco ante el desmedido número de licencias de construcción otorgadas a
inmobiliarias por las administraciones perredistas, lo que ha generado un
considerable aumento en el índice poblacional. Lo más grave de esta situación,
explicó, es que se otorgaron permisos para construir en zonas de riesgo o donde
se obstruye el libre tránsito, o lo que es peor, son irregulares. “Este
crecimiento anárquico debe ser detenido”, demandó.
Agregó
que 40 por ciento de los vecinos de Azcapotzalco viven en unidades
habitacionales como El Rosario y la Unidad Cuitláhuac, donde se ha recrudecido
la inseguridad y escasez de servicios debido a un crecimiento desordenado que
no respetó el proyecto original.
Criticó
que las autoridades no hayan aprendido de esta experiencia y permitan que por
todas partes de la delegación se observen construcciones que agudizarán más
esta situación y pidió una supervisión detallada para determinar que cumplan
con todas las normas de la ley. Hay edificios que se construyen en terrenos
pequeños y se desconoce si cuentan, por ejemplo, con estacionamiento.
Demandó
detener este “boom” inmobiliario que lejos de beneficiar a los habitantes de
Azcapotzalco, incrementa la ya difícil situación de inseguridad y escasez de agua
que se enfrenta. Esta “fiebre inmobiliaria” dificulta cada vez más proveer a
los ciudadanos de los servicios necesarios a los que tienen derecho”. Detalló
que esta situación se agudizó en los últimos cinco años, ante la aparente
complicidad de las administraciones perredistas, por lo que no descartó
posibles actos de corrupción. Ello, dijo, porque a pesar de que esas
administraciones conocieron esta grave alteración en los servicios y la
inseguridad, se continuó otorgando los permisos de construcción que hacen de
Azcapotzalco una delegación desordenada desde el punto de vista urbano.
Por
último, señaló que el Atlas de Riesgos de la Delegación Azcapotzalco debe
establecer medidas preventivas en infraestructura que permitan combatir este
fenómeno y los asentamientos irregulares.
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