Otorgados
a partir de 1917, los Premios Pulitzer, el máximo galardón del periodismo
estadunidense, toman su nombre de Joseph Pulitzer, un inmigrante húngaro que
ejerció el oficio de reportero y fue propietario de periódicos como el Saint
Louis Post Dispatch que sigue en circulación.
Las
celebraciones de los 100 años del galardón que Pulitzer estipuló en su legado
testamentario, comenzaron en diciembre de 2016 y concluirán el próximo 30
agosto. Los premios correspondientes a este año ya fueron otorgados el mes
pasado.
Poco
más de 2 mil 400 concursantes de cualquier plataforma mediática que publiquen
con regularidad, remiten sus trabajos anualmente al comité de premiación que
sólo galardona a 21 de ellos. La universidad de Columbia, Nueva York, está a
cargo de la administración.
Los
premios son otorgados a trabajos sobresalientes en Servicio Público, Reportajes
de Investigación, nacionales e internacionales, entre otras categorías.
TRAYECTORIA
Joseph
Pulitzer nació en Makó, Hungría, el 10 de abril de 1847.
A
pesar de su frágil salud y su débil visión, logró alistarse en las filas del
ejército de Abraham Lincoln, durante la Guerra Civil de Estados Unidos a
principios de los años sesenta del siglo XIX, luego de fracasar en su intento
de ingresar al regimiento de Maximiliano de Habsburgo en su breve aventura
imperial en tierras mexicanas.
En
1883 adquirió, junto con su socio Jay Would, el New York World que dio comienzo
a una fulgurante carrera que dejaría una huella indeleble en el periodismo
local.
Sus
reportajes influyeron en la promulgación de leyes antimonopolios y de normas
que regularon a la industria de seguros.
En
1909 el World dio a conocer el pago fraudulento de Estados Unidos por 40
millones de dólares a la Compañía del Canal de Panamá, en manos de franceses.
El
gobierno federal respondió a lo publicado acusando a Pulitzer de un libelo
contra el presidente Theodore Roosevelt y el banquero JP Morgan. Pulitzer no se
retractó y continuó con sus artículos de denuncia.
Una
prensa cínica, mercenaria y demagógica producirá a su vez ciudadanos con
iguales pensamientos. El poder para moldear para el futuro de la república
estará en manos de los periodistas de las futuras generaciones”, declaró
Pulitzer ese mismo año.
El
comunicador se esforzó por profesionalizar el oficio periodístico y legó su
fortuna a la creación en 1912 de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Columbia.
Fuente:
Excélsior
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