Por:
Rocío Alejandra Ayala Pimentel
Mientras
que todo el mundo celebró con júbilo el cumpleaños feliz de Fidel Castro, los
desmemoriados, hicieron a un lado, los hechos que delatan una camaradería entre
el cubano y el profesor Carlos Hank González, el odiado político mexicano
priista, famoso por los eventos que ejecutara en aquellos ayeres, ¿su brazo
derecho? ¡el negro Durazo!
Corruptelas
de ayer y hoy, siguen en voga. Triquiñuelas y perdones facciosos, siguen siendo
el pan de cada día.
En
cierto modo, resulta vulgar la izquierda que se vanagloria en los ideales de un
líder político como Fidel Castro y que se olvida, que en nuestro país, estuvo
apadrinado él y sus disidentes por un polémico personaje.
Aquí
la referencia de la nota: “Durante su estancia en México Fidel Castro le pidió
a CARLOS HANK GONZÁLEZ un lugar para preparar a sus combatientes para la
Revolución cubana.
Fidel
le pidió a Hank un lugar que se asemejara a la cadena montañosa en la región
suroriental de Cuba, en las provincias de Granma y Santiago. Días después Hank
recibió un reporte confidencial de sus allegados. De acuerdo a las necesidades
de Fidel y sus huestes sugerían un paraje en las faldas del Nevado de Toluca;
como segunda opción se le ofreció a Fidel unos terrenos cercanos a Ixtapan de
la Sal. Ninguno de estos parajes convenció al mítico comandante, hasta que por
fin se decidió por un lugar cercano a Chalco, la Hacienda de Santa Rosa, a la
que vio como el lugar ideal, pues en ese entonces la zona se encontraba alejada
de la mancha urbana y estaba rodeada de cerros.
Mientras
tanto, informes de la CIA reportaban a Washington y La Habana sobre los
movimientos de Fidel Castro y sus hombres en territorio mexicano. Incluso el
dictador Fulgencio Batista envió esbirros para asesinarlo”.
Anécdota
(ratificada en Cuba, por el propio Jorge Hank Rhon), la noche del 27 de enero
de 1956, durante una cena en la casa del Profesor, en Toluca, su esposa la
señora Guadalupe Rhon comenzó a sentir los primeros dolores de parto. En casa
de los Hank estaban como invitados Fidel Castro y Camilo Cienfuegos.
Jorge
Hank Rhon lo contó así: “El 27 de enero de 1956 estaban cenando en la casa mi
papá, Fidel Castro, creo que el Che Guevara, mi tío y dos o tres personas más.
En ese momento mi mamá se fue al hospital para tenerme; ¡nací el 28 a la una de
la tarde!”.
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