“EN ESTA CRISIS LO MEJOR ES REÍR” LA INDIA MARÍA

Caricatura del maestro Salazar Berber

Por: Lucero Balcázar

Su asistente me recibe en la puerta del teatro Blanquita. Antes de llegar al camerino escuché su voz “ah, sí…hazla pasar, es la muchacha periodista…” Enfundada en una bata rosa y sus característicos huaraches, me invita a pasar la señora María Elena Velazco, mejor conocida como la India María.
Su figura menudita me tiende la mano “¿Cómo estás linda? adelante, pasa. Perdóname el tiradero, pero es que éste camerino está muy chiquito, pero lo prefiero al grandote que tengo allá arriba pues éste me queda a dos pasos del escenario”
Ve los periódicos que traigo en mi mano y me pide uno. “Oye que buena idea de tener un periódico tan completo para hacer reír, y mira qué está bueno ¿eh? los felicito, son geniales. En este tiempo de crisis lo único bueno que nos queda es reír, no hay de otra. Bueno dime y dónde los venden? ¿hay suscripción? Me interesa…”
Después de darle la dirección de nuestra librería, nos sentamos y su mente vuela al pasado “A mí, como a ustedes, me encanta hacer reír pero a lo largo de mi carrera, recuerdo perfectamente el día que me presenté en Albuquerque, E.U. ¡qué público tan hermoso! no podía yo voltearme ni tantito porque ya se estaban carcajeando, fue una noche tan especial a la que recuerdo con tanto cariño; sobre todo porque yo me nutro de la gente, pues aunque parezca mentira, yo a veces soy gente algo tristona”
La creadora de Tonta, tonta, pero no tanto, arquea las cejas y continúa: “bueno supongo que ante unos ojos bonitos, a cualquiera se le olvida lo triste, me encantan los ojos de los hombres… o no es así?” Nos reímos y le confieso que las jóvenes de ahora lo primero que vemos son las ‘pompis’ A lo que ella se lleva las manos al pecho y exclama “Ay qué barbaridad, hasta dónde anda la juventud!
No, pues yo me quedé a la antigüita… Aunque pensándolo bien, todo el paquete es lo que cuenta… Como mi novio el güerito de la tele (Raúl Velasco) No, ya en serio, tengo un grato recuerdo de él y de mi Zopilote chulo. ¿De veras, dónde andará? Yo creo que ya voló…” Y hablando de volar: le pregunto si ella también desea entrar a la onda de los artistas politiqueros, a lo que rauda y veloz me contesta:  “No nena, Dios me libre, para qué me meto en ‘fonduras’ como dicen en mi pueblo. Yo prefiero ser india toda la vida… aunque me confundan. Fíjate, hace muchos años, yo estaba trabajando precisamente en este teatro, cuando vino una señora de las Lomas, quesque a contratarnos para ir a dar unas ‘mañanitas’ sorpresa. Nos contrató  a todos al mariachi Vargas de Tecalitlán, a Lucha Villa y a mí. Yo me dije: “Pos yo a qué voy ir, ni cantante soy… Pero la señora se empeñó mucho, así que ahí voy. Eran como las cinco y media de la mañana, me fui en el carro de Lucha y como hacía tanto frío, yo me tapaba con más ganas con mi rebozo. Al llegar el mozo nos hizo pasar discretamente a la sala y hablando quedito nos dijo: ‘Pasen, pasen por aquí’ y al ver a Lucha tan enjoyada, titubeó al decirle “Perdón señora, pero si quiere, su sirvienta la puede esperar en la cocina” Ándale así como estamos riendo ahorita, así nos reímos todos ese día… bueno, igualito que cuando veo y leo a tus compañeros caricaturistas”.

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